viernes, 18 de agosto de 2017

Información Empolvada en el Ático

Hay una expectativa, una reputación y una fiebre por estar informado. Tanto así que la ignorancia de cierta información es mal vista, sin importar si esta es superflua y poco útil o incluso errónea. De ahí que haya quien esté obsesionado porque hay personas que hasta por hacer una sátira o burla dicen que la Tierra es plana. Mientras que de la sabiduría para discernir de cuáles cosas vale informarse y cuáles no, no se hace un énfasis o hincapié.

Dicho así, parece que no conocer de ciertas cosas es un pecado moderno, y para algunos, un asunto imposible e inaceptable. De esto ya había advertido Arthur Conan Doyle en su primer libro de Sherlock Holmes, Estudio en escarlata (1887), con su teoría del ático o desván:

<<John Watson quedó sorprendido con que Sherlock Holmes ignorase que la Tierra girase alrededor del Sol, y cuando se lo explica, el detective asegura que intentará olvidarlo.>>1

—Me explicaré —dijo—. Yo creo que, originariamente, el cerebro de una persona es como un pequeño ático vacío en el que hay que meter el mobiliario que uno prefiera. Las gentes necias amontonan en ese ático toda la madera que encuentran a mano, y así resulta que no queda espacio en él para los conocimientos que podrían serles útiles, o, en el mejor de los casos, esos conocimientos se encuentran tan revueltos con otra montonera de cosas, que les resulta difícil dar con ellos. Pues bien: el artesano hábil tiene muchísimo cuidado con lo que mete en el ático del cerebro. Sólo admite en el mismo las herramientas que pueden ayudarle a realizar su labor; pero de éstas sí que tiene un gran surtido y lo guarda en el orden más perfecto. Es un error el creer que la pequeña habitación tiene paredes elásticas y que puede ensancharse indefinidamente. Créame llega un momento en que cada conocimiento nuevo que se agrega supone el olvido de algo que ya se conocía. Por consiguiente, es de la mayor importancia no dejar que los datos inútiles desplacen a los útiles.
—Pero ¡lo del sistema solar! —dije yo con acento de protesta.
—¿Y qué diablos supone para mí? —me interrumpió él con impaciencia—. Me asegura usted que giramos alrededor del Sol. Aunque girásemos alrededor de la Luna, ello no supondría para mí o para mi labor la más insignificante diferencia."2

Imagino que Conan Doyle se asustaría si alguien pudiera contactarle mediante una sesión de espiritismo y contarle el tamaño de alcance con el que cuentan hoy los medios de comunicación masivos.3

Lo que me preocupa a mí es cuánta de su limitada atención dedican las personas a estar informadas de cosas que no tienen una calidad real y qué cosas importantes están dejando pasar.

Entiendo al ecuatoriano cuando se indigna de que un extranjero en otro país piense de Ecuador como una isla del Caribe o como una república no independiente. Pero les tengo que decir que no es importante que el resto del mundo esté informado de nosotros. Con nuestras personas más cercanas ya tenemos bastante y me pregunto cuántos de estos indignados están tratando de cuidar relaciones y amistades valiosas.

Más preocupante es el caso del europeo nihilista y egocentrista que, de tanto informarse que Europa es el centro de su mundo, cree que los musulmanes viven en el mismo mundo que él y no en otro mundo completamente distinto. Y eso que los musulmanes son bulliciosos, imagínense la opinión que tendrá de los chinos, que como las hormigas se pasan haciendo mucho más de lo que dicen. Lo peor es que no faltan los intelectuales latinoamericanos que toman de ejemplo a este europeo ni la gente que les mira como referencia sólo porque tienen 3 o 4 títulos que certifican que son gente informada. Lo cierto es que la información son granos de arena en un desierto del Sahará y mucha de esta puede dejar seca a cualquier persona y producir un zombie.
Ayer comenté con respecto a la filosofía de la historia de quienes creen que esta comienza con Hitler y termina con Martin Luther King. Lo cierto es que la campaña informativa (propaganda) desde la Segunda Guerra Mundial hasta acá ha sido tan fuerte que no me extraña si llega a ocupar todo el "ático" de la mente de varias personas.

Así, concluiré con lo que quiero decir desde el principio. Invito a ordenar el ático. Una buena forma de hacerlo es buscar bibliografía de los propios pensamientos e ideas, a ver qué tan propios son. Cual hilo de Ariadna para salir del laberinto del Minotauro, uno se puede encontrar con los discusos políticos de Hitler, por ejemplo, leerlos, darse cuenta de si son socialistas o derechistas, en lugar de asumir que son derechistas porque así lo dice la propaganda.

"La verdad os hará libres". Las mentiras y los vampiros se queman bajo la luz del sol. Menos expectativas informativas y más disfrute del otro por quién es, no por etiquetas vanas que le cuelgan.

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1. http://es.sherlockholmes.wikia.com/wiki/Teor%C3%ADa_del_desv%C3%A1n

2. Estudio en escarlata, Sir Arthur Conan Doyle, 1887. Primera parte. Reimpreso de las memorias de John. H. Watson, doctor en medicina. Capítulo 2. La ciencia de la deducción.


3. Aludo a cuando Arthur Conan Doyle se volvió espiritista porque murió su hijo.

jueves, 10 de agosto de 2017

Si Todo Es Arte, Nada Es Arte

Si todo es arte, nada es arte. Una definición como tal debe tener límites y fronteras, categorías y jerarquía, o no es definición.

Si algo existe arriba, otra cosa hay abajo, a un lado o al otro. Si algo es grande, otra cosa es pequeña. Si es suave, otra es dura.


Como bibliotecario, me encuentro en el trabajo de asignar categorías a los documentos y su información, para que se facilite el encontrarla.


Así pues, he de guiarme por una tradición de definiciones, una carrera de postas milenaria, desde que un libro se diferencio de otro.


Imagínense ustedes los granos de arena de una playa como letras dispersas. Con ellas alguien crea formas y les pone un nombre.


Ese nombre tiene un valor, una definición, una memoria, una función. Y un dueño.


Decirle arte a cualquier cosa, sin tener siquiera una definición de qué es arte, pues, no sería preciso, lógico o respetuoso.


Si un usuario de la biblioteca preguntara por libros de arte, yo tendría que referirme a un legado de definiciones y guiar a partir de ahí.


Si yo permitiera que la categoría de arte abarcara cualquier cosa, para dar la consecuencia más práctica, no podría encontrar ningún libro.


(Ningún libro de arte)


Si no puede haber definición para el arte, tampoco puede haberla para ninguna cosa. Sin definiciones no hay nombres, libros ni bibliotecas.