Ya que era llegado el tiempo
en que de nacer había,
así como desposado
de su tálamo salía,
abrazado con su esposa,
que en sus brazos la traía,
al cual la graciosa Madre
en su pesebre ponía,
entre unos animales
que a la sazón allí había,
los hombres decían cantares,
los ángeles melodía,
festejando el desposorio
que entre tales dos había,
pero Dios en el pesebre
allí lloraba y gemía,
que eran joyas que la esposa
al desposorio traía,
y la Madre estaba en pasmo
de que tal trueque veía:
el llanto del hombre en Dios,
y en el hombre la alegría,
lo cual del uno y del otro
tan ajeno ser solía.
lunes, 25 de diciembre de 2017
Gloria In Profundis, by G. K. Chesterton
There has fallen on earth for a token
A god too great for the sky.
He has burst out of all things and broken
The bounds of eternity:
Into time and the terminal land
He has strayed like a thief or a lover,
For the wine of the world brims over,
Its splendour is split on the sand.
Who is proud when the heavens are humble,
Who mounts if the mountains fall,
If the fixed stars topple and tumble
And a deluge of love drowns all-
Who rears up his head for a crown,
Who holds up his will for a warrant,
Who strives with the starry torrent,
When all that is good goes down?
For in dread of such falling and failing
The fallen angels fell
Inverted in insolence, scaling
The hanging mountain of hell:
But unmeasured of plummet and rod
Too deep for their sight to scan,
Outrushing the fall of man
Is the height of the fall of God.
Glory to God in the Lowest
The spout of the stars in spate-
Where thunderbolt thinks to be slowest
And the lightning fears to be late:
As men dive for sunken gem
Pursuing, we hunt and hound it,
The fallen star has found it
In the cavern of Bethlehem.
A god too great for the sky.
He has burst out of all things and broken
The bounds of eternity:
Into time and the terminal land
He has strayed like a thief or a lover,
For the wine of the world brims over,
Its splendour is split on the sand.
Who is proud when the heavens are humble,
Who mounts if the mountains fall,
If the fixed stars topple and tumble
And a deluge of love drowns all-
Who rears up his head for a crown,
Who holds up his will for a warrant,
Who strives with the starry torrent,
When all that is good goes down?
For in dread of such falling and failing
The fallen angels fell
Inverted in insolence, scaling
The hanging mountain of hell:
But unmeasured of plummet and rod
Too deep for their sight to scan,
Outrushing the fall of man
Is the height of the fall of God.
Glory to God in the Lowest
The spout of the stars in spate-
Where thunderbolt thinks to be slowest
And the lightning fears to be late:
As men dive for sunken gem
Pursuing, we hunt and hound it,
The fallen star has found it
In the cavern of Bethlehem.
martes, 19 de diciembre de 2017
Sobre la Voluntad Real, por Harharkh
Algunos hombres se reunieron en el patio de la casa de Aristokles para conversar, como solían hacerlo con frecuencia cuando no había trabajo por hacer o deseaban escapar del hostigamiento de sus esposas.
Una discusión reciente en el tema del odio se había vuelto polémico. Un hombre, bastante apegado a sus emociones negativas, había insistido que odiar el mal podía ser desapasionado y recto. Aristokles indicó que en ello yace una trampa; una vez que alguien ha justificado el odio al mal, pronto comenzaría a odiar aquello que es meramente adverso a su persona. El otro hombre continuó argumentando, eventualmente poniéndose bastante disgustado. Aristokles indicó que este era exactamente el apego a una emoción negativa de la que él había advertido.
Ese hombre estaba fuera de sí, sintiéndose insultado. Un periódo de algunas horas pasó sin discusión. Aristokles desapareció en su casa, para salir después de un rato con un artículo, el cual compartió con aquellos presentes.
Aquí está el artículo que él compartió:
http://io9.gizmodo.com/5975778/scientific-evidence-that-you-probably-dont-have-free-will (“Evidencia científica de que probablemente no tienes voluntad libre”)
http://io9.gizmodo.com/5975778/scientific-evidence-that-you-probably-dont-have-free-will (“Evidencia científica de que probablemente no tienes voluntad libre”)
Cuando todos habían leído el artículo, muchos parecieron perturbados por la idea que este presentó. “Pero yo tengo voluntad libre, ¡yo sé que la tengo!”, dijo un hombre, y pateó a un gato desafortunado, que había estado enroscado a sus pies. “Yo escogí hacer eso. Yo ordené a mi pie moverse. Nadie forzó esa acción sobre mí.”
Aristokles giró hacia él y dijo, “Como leíste en el artículo, se ha demostrado que bajo condiciones ordinarias la conciencia sigue en lugar de anteceder al movimiento físico. Esto es verdad a pesar de nuestra creencia sostenida de lo contrario. Editamos nuestra memoria para encajar en nuestra narrativa. Si esto es verdad, la ‘voluntad libre’ si es que existe en absoluto no ocurre en el nivel del movimiento físico supuestamente voluntario”.
Otro hombre, Cicutius, un hombre quien con frecuencia bromeaba acerca de beber cicuta por placer, habló. “Aristokles, si se te preguntara acerca de en qué consiste teóricamente la ‘voluntad libre’, ¿cuál sería tu definición de ésta?
Aristokles respondió, “La habilidad para hacer algo que tú no estás predispuesto de antemano a querer/escoger de cualquier modo. Por lo cual me refiero predispuesto por la herencia y el entorno. Cualquiera puede amar a sus amigos. Requiere de voluntad real (un término que prefiero al de voluntad libre) amar a tus enemigos.”
“Pero,” objetó Cicutius, “En el ejemplo que has dado, parece que meramente has cambiado el estado predispuesto desde el instinto (odiar a tus enemigos) a una causa más alta (amar a tus enemigos). Esto todavía está determinado por algo más.”
Aristokles asintió. “Sí,” dijo él, “El hombre nunca es enteramente libre. Eso es una fantasía. Él puede sin embargo hacer selecciones significativas si y sólo si él tiene acceso a más altas y más bajas motivaciones. Él es bien siervo de Dios o esclavo de la naturaleza.”
“Siervo implica disposición, Aristokles. Disposición implica voluntad, la cual es una ilusión si lo que dices es verdad.”
“Tal vez me estás malinterpretando. No estoy diciendo que no tenemos capacidad para la voluntad.”
Cicutius se paró y caminó por un momento, su rostro preocupado por el pensamiento. Entonces se detuvo y dijo, “Para mí, bien la voluntad es libre o no es voluntad en absoluto. Tal vez ese sea nuestro malentendido.”
“Esa es la concepción común: que si yo soy libre en absoluto yo puedo escoger o hacer cualquier cosa que yo quiera. Pero ese ‘querer’ es una motivación. Esta viene de alguna parte. Si tú no puedes escoger tus motivaciones, tus otras elecciones no son significativas. Y hay sólo tantas motivaciones disponibles.” Aristokles miró alrededor a los otros reunidos. “¿Pueden ver que esto es así?”
“Sí,” respondió Cicutius, “¿Pero somos realmente capaces de querer algo sin condiciones predispuestas?” “No. No bajo condiciones ordinarias. ‘El hombre no puede hacer nada’. Cada selección que hacemos mientras operamos al nivel de la herencia y el entorno resulta ser la única que íbamos a hacer.”
“¿Entonces cuál es el camino afuera del determinismo, Aristokles? Parece que incluso liberarte a ti mismo de la herencia y el entorno no te libera del azar. Incluso una acción caótica no determinada parece ser determinada por la suerte.”
Justo entonces, todos observaron a un loco paseando por el camino, farfullando para sí mismo, vestido apenas y royendo un pedazo de corteza. Apuntando al loco, Aristokles dijo, “Si tú estás tan desventurado que el condicionamiento de la herencia y el entorno no funcionan, entonces tú eres incluso menos libre, si eso es posible.” Se rió. “El único camino afuera del determinismo material es ubicarse debajo de una ley superior. Todavía estás sujeto a las leyes físicas por supuesto pero ellas no pueden determinar completamente tus motivos.”
Harharkh, quien había estado durmiendo cuando la discusión comenzó, pero que ya había discutido de largo el asunto de la voluntad con Aristokles en días previos, habló ahora. “Toma un ejemplo simple… ‘A mí me disgusta el chocolate y prefiero la vainilla’. ¿Por qué? No es una elección. Tus preferencias están determinadas largamente por tu herencia y entorno.”
Aristokles le interrumpió, “Sí, eso es lo que acabo de decir.”
Sin prestar atención, Harharkh continuó, “Tú tienes una inmensa red de preferencias de abstracción variable, configuradas inconscientemente. Un hombre puede forzarse a sí mismo a gustarle algo que previamente no quería. Su motivación para hacerlo está, por supuesto, también basada en una preferencia inconsciente en otro nivel. Pero él puede someterse a entrenamiento para reconfigurar sus preferencias inconsciente de acuerdo con ciertos principios. En esto es que consiste el ascetismo iniciático. De hecho, todo trabajo interior consiste en manipular este sistema básico. Tienes justo la voluntad suficiente para rendirte a tal programa de entrenamiento. Una vez entrenado, puedes actuar y pensar de acuerdo con principios racionalmente seleccionados. Esto es lo que llamamos voluntad real. El conjunto de principios escogido puede ser bueno o malo. Si es malo, el hombre está practicando magia negra. Si es bueno, el hombre puede convertirse en un sabio o un santo. En Cristo, sus preferencias inconscientes fueron pre-configurados con principios superiores (Logos). El mismo hardware biológico. Diferente software, por así decirlo i. e. Logos encarnado.”
Un joven silencioso llamado Alonsius casi gritó, “¡Esta sociedad tiene malaware!” Todos rieron, Aristokles el más fuerte.
Harharkh dijo, “Exactamente. Todos los hombres caídos lo tienen.”
“Verdad en efecto,” dijo Alonsius. “El hombre no es Dios. No se da cuenta de eso, especialmente una vez consciente de un rasgo superior o conocimiento secreto que puede mantener sobre sus semejantes.”
“Pienso,” dijo Harharkh, “En la medida en que un hombre se alínea con la conciencia de Dios, se vuelve incapaz de usarla para hacer otra cosa que no sea despertar a sus semejantes.”
Aristokles dijo, “Harharkh, aunque estás obligado a hablar por tus predisposiciones inconscientes, lo que dices es verdad y has entendido correctamente. ¿Crees que tienes la suficiente voluntad para estar despierto para el comienzo de la discusión la próxima vez?
Harharkh se ruborizó y se quedó callado. Aristokles, con sus ojos resplandecientes, le sonrío. “Harás lo mejor que puedas, estoy seguro. Creo que todos entienden el terror de la situación en que nos encontramos. Les voy a dejar con esto, por ahora: para tener la posibilidad de empezar a adquirir voluntad real, uno debe encontrar una escuela.”
Varios hombres comenzaron a hablar ruidosamente, preguntando dónde podría encontrarse una escuela y cómo podría uno entrar en ella. Pero Aristokles se había levantado, sostuvo su mano como si bendijera la reunión, y se fue adentro.
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Traducido de la publicación original On Real Will, en la página https://thespiritualsun.wordpress.com/2016/10/07/a-dialog-on-real-will/
jueves, 14 de diciembre de 2017
Contrarrevolución, por Harharhk
“Lo que se necesita no es una revolución en la dirección opuesta, sino lo opuesto a una revolución.”
Joseph de Maistre
La polis ya es una discoteca gay. Ahí no hay deber para nosotros excepto retirar nuestras energías. Necesitamos considerar nuestros deberes a la “polis en las sombras”. ¿Qué queremos decir con “polis en las sombras”? El cuerpo social que ya existe en forma incipiente donde quiera que haya familias sanas y temerosas de Dios. Entonces construimos sobre eso. Habitamos las catacumbas debajo del sistema. Si necesitas un préstamo para comprar o construir una casa, o para ir al colegio, o para comenzar un negocio, vas a Red de Crédito de la Sombra, no al Banco Federal de Usura & Desconfianza. Si quieres educar a tu hijo, lo envías a la Academia en la Sombra en lugar de a la Universidad de la Catedral S. A. Si esas instituciones no existen todavía en tu área, constrúyelas. No gastes tu tiempo, dinero o energía en ilusiones demóticas.
Debe estar claramente entendido que nosotros no queremos controlar este Estado. Esa no es nuestra meta. Incluso con un nuevo Constantino, sería una pesadilla intentar trabajar con los mecanismos del sistema existente: la burocracia, el “Estado profundo” y el laberinto infinito de agencias de inteligencia entrelazadas. Tal tarea requeriría una purga sin fin. Un rompimiento limpio es mejor.
No obstante, tampoco es nuestra estrategia expulsar los puntales del sistema actual. Incluso si eso fuera concebible de hacerse, la repentina discontinuidad de servicios públicos y mantenimiento de infraestructura produciría un nivel severo de caos. Una suspensión prolongada podría retrasar la civilización varios siglos. Los contrarrevolucionarios operamos como una fuente de orden, no como una fuente de conflicto. Ganamos manteniendo nuestras cabezas al frente justo cuando las de las élites del status quo comienzan a perder las suyas, y teniendo sistemas de respaldo que están listos para arrancar. Ciertos segmentos de los ricos y poderosos pueden incluso estar dispuestos a prestarnos su lealtad si nos consideran responsables lo suficiente para preservar algunos de sus activos.
En cambio, debemos construir y cultivar un Estado o Estados orgánicos que gradualmente reemplazarán este a medida que se rompe, parecido a la forma en que los Reinos de Europa surgieron para llenar los vacíos del Imperio Romano de Occidente en retroceso.
Construye un nuevo pueblo justo dentro de tu pueblo; una sociedad en la sombra con una economía en la sombra; un gobierno en la sombra con líderes en la sombra. Trabajamos en las sombras a los márgenes del sistema, pero no somos marginales. Estamos fuera de la vista pero no en la periferia. Nos estamos preparando y esperando para eventualmente intervenir para asumir el vacío donde y cuando el Leviatán flaquee o falle.
Cuando la gente en el área empiece a ir al representativo local de la hermandad contrarrevolucionaria por ayuda y justicia, habremos ganado, incluso si el gobierno nacional sigue formalmente a cargo o efectivamente a cargo en otras regiones. Este es un proceso - un cambio de marea multi-generacional.
Debemos pelear nuestras batalla una a la vez, y eso es fácil si somos evasivos y flexibles. No estamos tratando de convencer a las masas o de hacer una declaración a los desinteresados. La Izquierda nunca hace nada calladamente. No los imitemos. Actuemos ahora y hablemos después.
Habitamos las catacumbas como un retiro táctico mientras reclutamos y entrenamos a futuros Constantinos.
Las catacumbas son obviamente una metáfora. En realidad, este trabajo procederá a nivel local en muchos diferentes lugares. Siendo la situación en la superficie diferente en cada lugar, el liderazgo contrarrevolucionario en cada localidad debe ser capaz de actuar con autonomía. Cada organización regional existe como un nodo en una red más grande. Los líderes en esta red deben tener la máxima disciplina, discreción y discernimiento. El nivel de Ser necesario en un hombre para ser adecuado para este tipo de liderazgo es raro, pero puede ser adquirido mediante entrenamiento especial. Ahí es donde nosotros en Spiritual Sun entramos en escena.
Estamos formando una Orden aún sin nombre para reclutar y entrenar contrarrevolucionarios. La membresía es sólo por invitación, pero cualquiera puede aplicar para entrar al programa de entrenamiento. Sólo los serios y enfocados completarán el entrenamiento requerido para conseguir una invitación para entrar a la orden. De este modo, prevenimos entrismo y esfuerzos mal concebidos por los no preparados. La Orden actuará como una cámara de compensación - no como un comando central - para asegurar que cada hombre en la red está en la misma página espiritual y moralmente, y que ha pasado un cierto umbral mínimo de eficacia e integridad.
Hasta hace pocos años atrás el gigante globalista parecía imparable, pero ahora parece encontrar nuevos bloqueos en su camino todos los días. Ciertas formas de resistencia frustran la agenda globalista más que otras. En este momento se nos está mostrando que funciona y que no, si es que ponemos atención. Aquí en Occidente, lo que no funciona es el proceso democrático fácilmente manipulable.
Necesitamos superar la condición demótica que nos dice que es necesario ser parte de alguna mayoría para gobernar. Tendremos a “el pueblo” con nosotros cuando los necesitemos. Hasta entonces, eso es una distracción. No dependeremos de ellos para organización, mano de obra o finanzas. Nosotros tendremos al final lo que ellos necesitan, cuando la economía global se haya estirado hasta el límite por la demanda del mundo desarrollado. En ese punto la gente reconocerá que nos necesitan para los recursos más básicos y los servicios que ya no estarán disponibles.
Si el sistema actual es sostenible, entonces todo esto es irrelevante, pero no es difícil ver cómo ese podría ser el caso. El capital global depende de una producción y consumo creciente. La promesa creíble al Tercer Mundo es que ellos también tendrán su día en el sol. El planeta, sin embargo, tiene recursos limitados para lidiar con la expansión exponencial. La economía global es algo así como un esquema Ponzi, mantenida a flote por un avance tecnológico ocasional; sin el descubrimiento de una fuente de energía muy barata como la fusión, tendrá un fin. Si surge la tecnología para mantener a flote el globalismo indefinidamente, todo el pensamiento y la actividad reaccionaria irán a las cenizas de la historia, y el Demonio vencerá.
La contrarrevolución no es una fantasía, ni su éxito está asegurado. Pero debemos intentarlo. Es nuestro deber.
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Traducido de la publicación original Contra-Revolution, en la página https://thespiritualsun.wordpress.com/2016/10/13/counter-revolution/
miércoles, 13 de diciembre de 2017
El Credo del Incrédulo, por el padre Leonardo Castellani
Creo en la Nada Todoproductora, dónde salieron el cielo y la tierra.
Y en el Hómo Sápiens, su único Rey y Señor,
que fue concebido por Evolución de la Mónera y el Mono.
Nació de la Santa Materia,
bregó bajo el negror de la Edad Media.
Fue inquisicionado, muerto, achicharrado,
cayó en la miseria,
inventó la Ciencia,
y ha llegado a la Era de la Democracia y la Inteligencia.
Y, desde allí, va a instalar en el mundo el Paraíso Terrestre.
Creo en el Libre Pensamiento,
la Civilización de la Máquina,
la Confraternidad Humana,
la Inexistencia del pecado,
el Progreso Inevitable,
la Putrefacción de la Carne
y la Vida Confortable. Amén
Y en el Hómo Sápiens, su único Rey y Señor,
que fue concebido por Evolución de la Mónera y el Mono.
Nació de la Santa Materia,
bregó bajo el negror de la Edad Media.
Fue inquisicionado, muerto, achicharrado,
cayó en la miseria,
inventó la Ciencia,
y ha llegado a la Era de la Democracia y la Inteligencia.
Y, desde allí, va a instalar en el mundo el Paraíso Terrestre.
Creo en el Libre Pensamiento,
la Civilización de la Máquina,
la Confraternidad Humana,
la Inexistencia del pecado,
el Progreso Inevitable,
la Putrefacción de la Carne
sábado, 9 de diciembre de 2017
Cómo Escribir una Historia de Detectives, por G. K. Chesterton
Que quede entendido que escribo este artículo como alguien completamente consciente de que ha fallado en escribir una historia de detectives. Pero he fallado muchas buenas veces. Mi autoridad es por lo tanto práctica y científica, como la de un gran estadista o pensador social que se ocupa del problema del desempleo o de la vivienda. No pretendo haber logrado el ideal que establecí aquí para el joven estudiante; yo soy, si se quiere, más bien el ejemplo horrible que él debe evitar. No obstante, creo que hay ideales de escritos de detectives, como de todo lo demás que vale la pena hacer; y me asombra que no están más expuestos en toda esa literatura didáctica popular que nos enseña cómo hacer tantas cosas que vale menos la pena hacer; como, por ejemplo, cómo tener éxito. De hecho, me asombra mucho que el título en la parte superior de este artículo no nos mira desde todos los puestos de libros. Se publican folletos que enseñan a la gente todo tipo de cosas que no se pueden aprender, como la personalidad, la popularidad, la poesía y el encanto. Incluso aquellas partes de la literatura y el periodismo que obviamente no se pueden aprender son enseñadas asiduamente. Pero aquí hay una pieza de artesanía literaria sencilla y directa, más constructiva que creativa, que podría enseñarse en cierta medida e incluso, en casos muy afortunados, aprenderse. Tarde o temprano supongo que se proporcionará la necesidad, en ese sistema comercial en el que el suministro responde inmediatamente a la demanda, y en el que todo el mundo parece estar completamente insatisfecho e incapaz de obtener lo que quiere. Tarde o temprano, supongo, no sólo habrá libros de texto que enseñen a los investigadores criminales, sino libros de texto que enseñen a los criminales. Será un ligero cambio con respecto al tono actual de la ética financiera, y cuando la astuta y vigorosa mente empresarial se haya liberado de la última influencia persistente de los dogmas inventados por los sacerdotes, el periodismo y la publicidad mostrarán la misma indiferencia hacia los tabúes actuales como lo hace hoy en día con los tabúes de la Edad Media. El robo se explicará como la usura, y no habrá más disimulo sobre el corte de gargantas que sobre los acaparamientos de mercados. Los puestos de libros se iluminarán con títulos como "Falsificación en quince lecciones" y "¿Por qué soportar la miseria del matrimonio?" con una popularización del envenenamiento tan totalmente científica como la popularización del divorcio y el control de la natalidad.
Pero, como se nos recuerda a menudo, no debemos tener prisa por la llegada de una humanidad feliz; y mientras tanto, parece que tenemos tantas posibilidades de obtener buenos consejos acerca de cometer crímenes como buenos consejos acerca de detectarlos o acerca de describir cómo se pueden detectar. Imagino que la explicación es que el crimen, la detección, la descripción y la descripción de la descripción exigen un cierto y ligero elemento de pensamiento, mientras que el éxito y escribir un libro sobre el éxito de ninguna manera necesita esta experiencia tediosa. De todas formas, encuentro en mi propio caso que cuando empiezo a pensar en la teoría de las historias de detectives, me convierto en lo que algunos llamarían teórico. Esto es, comienzo por el principio, sin ningún tipo de estímulo, presión, apuro u otro elemento esencial del arte de capturar la atención, sin de ninguna manera perturbar o despertar la mente.
El primer y fundamental principio es que el objetivo de una historia de misterio, como de cualquier otra historia y cualquier otro misterio, no es la oscuridad sino la luz. La historia está escrita para el momento en que el lector entiende, no simplemente por los muchos momentos preliminares cuando no entiende. El malentendido sólo está pensado como un contorno oscuro de la nube para resaltar el brillo de ese instante de inteligibilidad; y la mayoría de las malas historias de detectives son malas porque fallan en este punto. Los escritores tienen la extraña idea de que su trabajo es desconcertar al lector; y que mientras lo desconciertan no importa si lo decepcionan. Pero no sólo es necesario esconder un secreto, también es necesario tener un secreto; y tener un secreto que valga la pena esconder. El clímax no debe ser un anticlímax; no debe consistir simplemente en llevar al lector a un baile y dejarlo en una zanja. El clímax no tiene que ser sólo el estallido de una burbuja sino más bien la ruptura de un amanecer; sólo que el amanecer se ve acentuado por la oscuridad. Cualquier forma de arte, por trivial que sea, se refiere a algunas verdades serias; y aunque no estamos lidiando con nada más trascendental que una muchedumbre de Watsons, todos mirando con ojos redondos como búhos, todavía es permisible insistir en que es la gente que se sentó en la oscuridad quien ha visto una gran luz; y que la oscuridad sólo es valiosa para hacer vívida una gran luz en la mente. Siempre me pareció una coincidencia divertida que lo mejor de las historias de Sherlock Holmes lleva, con una aplicación y significado totalmente diferentes, un título que podría haber sido inventado para expresar esta iluminación primordial; el título de “Estrella de Plata” (“Silver Blaze”).
El segundo gran principio es que el alma de la ficción detectivesca no es la complejidad sino la simplicidad. El secreto puede parecer complejo, pero tiene que ser simple; y en esto también es un símbolo de misterios superiores. El escritor está ahí para explicar el misterio; pero él no debe estar necesitado de explicar la explicación. La explicación debería explicarse a sí misma; debería ser algo que pueda ser siseado (por el villano, claro) en unas pocas palabras susurradas o gritado preferiblemente por la heroína antes de que se desmaye bajo el impacto de la tardía comprensión de que dos y dos son cuatro. Ahora algunos detectives literarios hacen la solución sea más complicada que el misterio, y el delito más complicado que la solución.
En tercer lugar, se sigue que en la medida de lo posible el hecho o la figura que explica todo debería ser un hecho o una figura familiar. El criminal debería estar en primer plano, no como criminal, sino de alguna otra manera que sin embargo le otorga un derecho natural a estar en primer plano. Consideraré como un caso conveniente el que ya he citado; la historia de Estrella de Plata. Sherlock Holmes es tan familiar como Shakespeare; entonces no hay injusticia en este momento al revelar el secreto de uno de los primeros de estos cuentos famosos. Se le informa a Sherlock Holmes que un valioso caballo de carrera fue robado y que el entrenador que lo custodiaba fue asesinado por el ladrón. Varias personas, por supuesto, son plausibles sospechosas del robo y asesinato; y todos se concentran en el grave problema policial de quién puede haber matado al entrenador. La simple verdad es que el caballo lo mató. Ahora tomo eso como modelo porque la verdad es muy simple. La verdad es realmente muy obvia.
En cualquier caso, el punto es que el caballo es muy obvio. La historia lleva el nombre del caballo; es todo sobre el caballo; el caballo está en primer plano todo el tiempo, pero siempre en otra capacidad. Como algo de gran valor, permanece para el lector como el Favorito; es sólo como un criminal que es un caballo oscuro. Esta es una historia de robo en la que el caballo juega la parte de la joya hasta que nos olvidamos que la joya también puede jugar la parte del arma. Esa es una de las primeras reglas que sugeriría, si tuviera que establecer reglas para esta forma de composición. En términos generales, el agente debe ser una figura familiar en una función no familiar. La cosa que comprendemos debe ser una cosa que reconocemos; es decir, debe ser algo previamente conocido, y debe mostrarse de forma prominente. De lo contrario, no hay sorpresa en la mera novedad. Es inútil que una cosa sea inesperada si no valía la pena esperar por ella. Pero debería ser prominente por una razón y responsable por otra. Una gran parte del arte o truco de escribir historias de misterio consiste en encontrar una razón convincente pero engañosa para la prominencia del criminal, más allá de su negocio legítimo de cometer el crimen. Muchos misterios fracasan simplemente al dejarlo en cabos sueltos en la historia, aparentemente sin nada que hacer excepto cometer el crimen. Él está generalmente acomodado, o nuestra ley justa y equitativa probablemente lo haría arrestar como un vagabundo mucho antes de ser arrestado como criminal. Llegamos a la etapa de sospechar de tal personaje mediante un proceso de eliminación muy rápido, tal vez inconsciente. Generalmente sospechamos de él simplemente porque no ha sido sospechoso. El arte de la narrativa consiste en convencer al lector durante un tiempo, no sólo de que el personaje pueda haber venido al lugar sin intención de cometer un delito grave, sino de que el autor lo haya puesto allí con alguna intención que no sea criminal. Porque la historia de detectives es sólo un juego; y en ese juego el lector no está realmente luchando con el criminal sino con el autor.
Lo que el escritor debe recordar, en este tipo de juego, es que el lector no dirá, como a veces puede hacerlo de un estudio serio o realista: "¿Por qué el topógrafo con anteojos verdes subió al árbol para mirar el jardín trasero de la doctora?". Insensible e inevitablemente dirá: "¿Por qué el autor hizo que el topógrafo suba a un árbol, o por qué introdujo algún topógrafo en absoluto?”. El lector puede admitir que el pueblo en cualquier caso necesitaría un topógrafo, sin admitir que el cuento en cualquier caso necesitaría uno. Es necesario explicar su presencia en el cuento (y el árbol) no solo sugiriendo por qué el consejo municipal lo puso ahí, sino por qué el autor lo puso ahí. Más allá de los pequeños crímenes que pueda tener la intención de disfrutar, en la cámara interna de la historia, debe tener ya alguna otra justificación como personaje en una historia y no sólo como una mera miserable persona material en la vida real. El instinto del lector, jugando al escondite con el escritor, quien es su verdadero enemigo, está siempre por decir con sospecha, Sí, sé que un topógrafo puede trepar a un árbol; estoy muy consciente de que hay árboles y que hay topógrafos, pero ¿qué haces tú con ellos? ¿Por qué hiciste subir a este topógrafo en particular a este árbol en particular en este cuento particular, tú, hombre astuto y malvado?
Esto yo debería llamar el cuarto principio para ser recordado, como en los otros casos, las personas probablemente no se darán cuenta de que es práctico, porque los principios sobre los que descansa son teóricos. Se basa en el hecho de que en la clasificación de las artes, los asesinatos misteriosos pertenecen a la gran y alegre compañía de las cosas llamadas bromas. La historia es una fantasía; una ficción abiertamente ficticia. Podemos decir si nos gusta que es una forma de arte muy artificial. Preferiría decir que se dice que es manifiesta-mente un juguete, algo que los niños ‘fingen’ desear. De esto se sigue que el lector, que es un simple niño y por lo tanto muy despierto, es consciente no sólo del juguete sino del invisible compañero de juegos que es el creador del juguete y el autor del truco. El niño inocente es muy agudo y no poco sospechoso. Y una de las primeras reglas que repito, para el creador de un cuento que será un truco, es recordar que el asesino enmascarado debe tener el derecho artístico de estar en la escena y no simplemente un derecho realista de estar en el mundo. No sólo debe venir a la casa por negocios, sino por el negocio de la historia; no es sólo la pregunta del motivo del visitante sino del motivo del autor. La historia de misterio ideal es aquella en la cual él es tan un personaje como el autor habría creado para su propio interés, o por el interés de hacer que la historia se moviera en otros asuntos necesarios, y luego se descubriera que está presente ahí, no para la razón obvia y suficiente, pero por una segunda y secreta. Añadiré que por esta razón, a pesar de las burlas al 'interés amoroso', hay mucho que decir sobre la tradición del sentimiento y la narración más lenta o más victoriana. Algunos pueden llamarlo aburrido, pero puede tener éxito como un punto ciego.
Por último, el principio de que la historia de detectives, como todas las formas literarias, parte de una idea, y no meramente comienza a encontrar una, se aplica también a sus detalles mecánicos más materiales. Donde la historia se convierte en detección, todavía es necesario que el escritor comience desde adentro, aunque el detective se acerque desde afuera. Todo buen problema de este tipo se origina en una noción positiva, que en sí misma es una noción simple; algún hecho de la vida cotidiana que el escritor puede recordar y el lector puede olvidar. Pero de todos modos, un cuento debe fundarse en una verdad; y aunque se le puede agregar opio, no debe ser meramente un sueño de opio.
En cualquier caso, el punto es que el caballo es muy obvio. La historia lleva el nombre del caballo; es todo sobre el caballo; el caballo está en primer plano todo el tiempo, pero siempre en otra capacidad. Como algo de gran valor, permanece para el lector como el Favorito; es sólo como un criminal que es un caballo oscuro. Esta es una historia de robo en la que el caballo juega la parte de la joya hasta que nos olvidamos que la joya también puede jugar la parte del arma. Esa es una de las primeras reglas que sugeriría, si tuviera que establecer reglas para esta forma de composición. En términos generales, el agente debe ser una figura familiar en una función no familiar. La cosa que comprendemos debe ser una cosa que reconocemos; es decir, debe ser algo previamente conocido, y debe mostrarse de forma prominente. De lo contrario, no hay sorpresa en la mera novedad. Es inútil que una cosa sea inesperada si no valía la pena esperar por ella. Pero debería ser prominente por una razón y responsable por otra. Una gran parte del arte o truco de escribir historias de misterio consiste en encontrar una razón convincente pero engañosa para la prominencia del criminal, más allá de su negocio legítimo de cometer el crimen. Muchos misterios fracasan simplemente al dejarlo en cabos sueltos en la historia, aparentemente sin nada que hacer excepto cometer el crimen. Él está generalmente acomodado, o nuestra ley justa y equitativa probablemente lo haría arrestar como un vagabundo mucho antes de ser arrestado como criminal. Llegamos a la etapa de sospechar de tal personaje mediante un proceso de eliminación muy rápido, tal vez inconsciente. Generalmente sospechamos de él simplemente porque no ha sido sospechoso. El arte de la narrativa consiste en convencer al lector durante un tiempo, no sólo de que el personaje pueda haber venido al lugar sin intención de cometer un delito grave, sino de que el autor lo haya puesto allí con alguna intención que no sea criminal. Porque la historia de detectives es sólo un juego; y en ese juego el lector no está realmente luchando con el criminal sino con el autor.
Lo que el escritor debe recordar, en este tipo de juego, es que el lector no dirá, como a veces puede hacerlo de un estudio serio o realista: "¿Por qué el topógrafo con anteojos verdes subió al árbol para mirar el jardín trasero de la doctora?". Insensible e inevitablemente dirá: "¿Por qué el autor hizo que el topógrafo suba a un árbol, o por qué introdujo algún topógrafo en absoluto?”. El lector puede admitir que el pueblo en cualquier caso necesitaría un topógrafo, sin admitir que el cuento en cualquier caso necesitaría uno. Es necesario explicar su presencia en el cuento (y el árbol) no solo sugiriendo por qué el consejo municipal lo puso ahí, sino por qué el autor lo puso ahí. Más allá de los pequeños crímenes que pueda tener la intención de disfrutar, en la cámara interna de la historia, debe tener ya alguna otra justificación como personaje en una historia y no sólo como una mera miserable persona material en la vida real. El instinto del lector, jugando al escondite con el escritor, quien es su verdadero enemigo, está siempre por decir con sospecha, Sí, sé que un topógrafo puede trepar a un árbol; estoy muy consciente de que hay árboles y que hay topógrafos, pero ¿qué haces tú con ellos? ¿Por qué hiciste subir a este topógrafo en particular a este árbol en particular en este cuento particular, tú, hombre astuto y malvado?
Esto yo debería llamar el cuarto principio para ser recordado, como en los otros casos, las personas probablemente no se darán cuenta de que es práctico, porque los principios sobre los que descansa son teóricos. Se basa en el hecho de que en la clasificación de las artes, los asesinatos misteriosos pertenecen a la gran y alegre compañía de las cosas llamadas bromas. La historia es una fantasía; una ficción abiertamente ficticia. Podemos decir si nos gusta que es una forma de arte muy artificial. Preferiría decir que se dice que es manifiesta-mente un juguete, algo que los niños ‘fingen’ desear. De esto se sigue que el lector, que es un simple niño y por lo tanto muy despierto, es consciente no sólo del juguete sino del invisible compañero de juegos que es el creador del juguete y el autor del truco. El niño inocente es muy agudo y no poco sospechoso. Y una de las primeras reglas que repito, para el creador de un cuento que será un truco, es recordar que el asesino enmascarado debe tener el derecho artístico de estar en la escena y no simplemente un derecho realista de estar en el mundo. No sólo debe venir a la casa por negocios, sino por el negocio de la historia; no es sólo la pregunta del motivo del visitante sino del motivo del autor. La historia de misterio ideal es aquella en la cual él es tan un personaje como el autor habría creado para su propio interés, o por el interés de hacer que la historia se moviera en otros asuntos necesarios, y luego se descubriera que está presente ahí, no para la razón obvia y suficiente, pero por una segunda y secreta. Añadiré que por esta razón, a pesar de las burlas al 'interés amoroso', hay mucho que decir sobre la tradición del sentimiento y la narración más lenta o más victoriana. Algunos pueden llamarlo aburrido, pero puede tener éxito como un punto ciego.
Por último, el principio de que la historia de detectives, como todas las formas literarias, parte de una idea, y no meramente comienza a encontrar una, se aplica también a sus detalles mecánicos más materiales. Donde la historia se convierte en detección, todavía es necesario que el escritor comience desde adentro, aunque el detective se acerque desde afuera. Todo buen problema de este tipo se origina en una noción positiva, que en sí misma es una noción simple; algún hecho de la vida cotidiana que el escritor puede recordar y el lector puede olvidar. Pero de todos modos, un cuento debe fundarse en una verdad; y aunque se le puede agregar opio, no debe ser meramente un sueño de opio.
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Traducción del texto How To Write a Detective Story, de G. K. Chesterton, tomado de la página https://www.chesterton.org/how-to-write-detective/
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