“Lo que se necesita no es una revolución en la dirección opuesta, sino lo opuesto a una revolución.”
Joseph de Maistre
La polis ya es una discoteca gay. Ahí no hay deber para nosotros excepto retirar nuestras energías. Necesitamos considerar nuestros deberes a la “polis en las sombras”. ¿Qué queremos decir con “polis en las sombras”? El cuerpo social que ya existe en forma incipiente donde quiera que haya familias sanas y temerosas de Dios. Entonces construimos sobre eso. Habitamos las catacumbas debajo del sistema. Si necesitas un préstamo para comprar o construir una casa, o para ir al colegio, o para comenzar un negocio, vas a Red de Crédito de la Sombra, no al Banco Federal de Usura & Desconfianza. Si quieres educar a tu hijo, lo envías a la Academia en la Sombra en lugar de a la Universidad de la Catedral S. A. Si esas instituciones no existen todavía en tu área, constrúyelas. No gastes tu tiempo, dinero o energía en ilusiones demóticas.
Debe estar claramente entendido que nosotros no queremos controlar este Estado. Esa no es nuestra meta. Incluso con un nuevo Constantino, sería una pesadilla intentar trabajar con los mecanismos del sistema existente: la burocracia, el “Estado profundo” y el laberinto infinito de agencias de inteligencia entrelazadas. Tal tarea requeriría una purga sin fin. Un rompimiento limpio es mejor.
No obstante, tampoco es nuestra estrategia expulsar los puntales del sistema actual. Incluso si eso fuera concebible de hacerse, la repentina discontinuidad de servicios públicos y mantenimiento de infraestructura produciría un nivel severo de caos. Una suspensión prolongada podría retrasar la civilización varios siglos. Los contrarrevolucionarios operamos como una fuente de orden, no como una fuente de conflicto. Ganamos manteniendo nuestras cabezas al frente justo cuando las de las élites del status quo comienzan a perder las suyas, y teniendo sistemas de respaldo que están listos para arrancar. Ciertos segmentos de los ricos y poderosos pueden incluso estar dispuestos a prestarnos su lealtad si nos consideran responsables lo suficiente para preservar algunos de sus activos.
En cambio, debemos construir y cultivar un Estado o Estados orgánicos que gradualmente reemplazarán este a medida que se rompe, parecido a la forma en que los Reinos de Europa surgieron para llenar los vacíos del Imperio Romano de Occidente en retroceso.
Construye un nuevo pueblo justo dentro de tu pueblo; una sociedad en la sombra con una economía en la sombra; un gobierno en la sombra con líderes en la sombra. Trabajamos en las sombras a los márgenes del sistema, pero no somos marginales. Estamos fuera de la vista pero no en la periferia. Nos estamos preparando y esperando para eventualmente intervenir para asumir el vacío donde y cuando el Leviatán flaquee o falle.
Cuando la gente en el área empiece a ir al representativo local de la hermandad contrarrevolucionaria por ayuda y justicia, habremos ganado, incluso si el gobierno nacional sigue formalmente a cargo o efectivamente a cargo en otras regiones. Este es un proceso - un cambio de marea multi-generacional.
Debemos pelear nuestras batalla una a la vez, y eso es fácil si somos evasivos y flexibles. No estamos tratando de convencer a las masas o de hacer una declaración a los desinteresados. La Izquierda nunca hace nada calladamente. No los imitemos. Actuemos ahora y hablemos después.
Habitamos las catacumbas como un retiro táctico mientras reclutamos y entrenamos a futuros Constantinos.
Las catacumbas son obviamente una metáfora. En realidad, este trabajo procederá a nivel local en muchos diferentes lugares. Siendo la situación en la superficie diferente en cada lugar, el liderazgo contrarrevolucionario en cada localidad debe ser capaz de actuar con autonomía. Cada organización regional existe como un nodo en una red más grande. Los líderes en esta red deben tener la máxima disciplina, discreción y discernimiento. El nivel de Ser necesario en un hombre para ser adecuado para este tipo de liderazgo es raro, pero puede ser adquirido mediante entrenamiento especial. Ahí es donde nosotros en Spiritual Sun entramos en escena.
Estamos formando una Orden aún sin nombre para reclutar y entrenar contrarrevolucionarios. La membresía es sólo por invitación, pero cualquiera puede aplicar para entrar al programa de entrenamiento. Sólo los serios y enfocados completarán el entrenamiento requerido para conseguir una invitación para entrar a la orden. De este modo, prevenimos entrismo y esfuerzos mal concebidos por los no preparados. La Orden actuará como una cámara de compensación - no como un comando central - para asegurar que cada hombre en la red está en la misma página espiritual y moralmente, y que ha pasado un cierto umbral mínimo de eficacia e integridad.
Hasta hace pocos años atrás el gigante globalista parecía imparable, pero ahora parece encontrar nuevos bloqueos en su camino todos los días. Ciertas formas de resistencia frustran la agenda globalista más que otras. En este momento se nos está mostrando que funciona y que no, si es que ponemos atención. Aquí en Occidente, lo que no funciona es el proceso democrático fácilmente manipulable.
Necesitamos superar la condición demótica que nos dice que es necesario ser parte de alguna mayoría para gobernar. Tendremos a “el pueblo” con nosotros cuando los necesitemos. Hasta entonces, eso es una distracción. No dependeremos de ellos para organización, mano de obra o finanzas. Nosotros tendremos al final lo que ellos necesitan, cuando la economía global se haya estirado hasta el límite por la demanda del mundo desarrollado. En ese punto la gente reconocerá que nos necesitan para los recursos más básicos y los servicios que ya no estarán disponibles.
Si el sistema actual es sostenible, entonces todo esto es irrelevante, pero no es difícil ver cómo ese podría ser el caso. El capital global depende de una producción y consumo creciente. La promesa creíble al Tercer Mundo es que ellos también tendrán su día en el sol. El planeta, sin embargo, tiene recursos limitados para lidiar con la expansión exponencial. La economía global es algo así como un esquema Ponzi, mantenida a flote por un avance tecnológico ocasional; sin el descubrimiento de una fuente de energía muy barata como la fusión, tendrá un fin. Si surge la tecnología para mantener a flote el globalismo indefinidamente, todo el pensamiento y la actividad reaccionaria irán a las cenizas de la historia, y el Demonio vencerá.
La contrarrevolución no es una fantasía, ni su éxito está asegurado. Pero debemos intentarlo. Es nuestro deber.
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Traducido de la publicación original Contra-Revolution, en la página https://thespiritualsun.wordpress.com/2016/10/13/counter-revolution/
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